sábado, 29 de noviembre de 2014

EL ANTIGUO EGIPTO EN BRASIL: HISTORIA DE LA EGIPTOLOGÍA Y LA EGIPTOMANÍA EN BRASIL. MARGARET M. BAKOS

Brasil es el único país de habla portuguesa en el continente americano. La historia de su poblamiento y colonización es fascinante. Españoles, holandeses, franceses e ingleses, entre otros, disputaron su territorio con los portugueses y con los nativos. Los africanos llegaron a Brasil desde el siglo XVI en adelante. Durante el siglo XIX y el XX, muchas olas de inmigrantes europeos y asiáticos llegaron, para completar ese "melting pot" continental. La historia de este país y una mezcla de culturas llevaron a un contexto peculiar, caracterizado por un equilibrio entre renovación y permanencia.
Con referencia a los motivos egipcios, su permanencia fue estimulada por la instrucción y enseñaza de la historia antigua, y la renovación a través de las dinámicas variaciones en la apropiación de los elementos egipcios para diferentes objetivos. El complejo cultural brasileño combinó conocimiento de detalles con poder imaginativo y una exótica sensibilidad en este proceso de reutilización.




Este artículo trata de la historia de la egiptología en el Brasil y apunta a diferentes formas de apropiación de elementos del antiguo Egipto hechas en este país en la arquitectura y las artes.

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jueves, 9 de octubre de 2014

HISTORIA, LEYENDAS Y CLICHÉS DEL ORIENTE EN LA OBRA DE EMIR EMIN ARSLÁN. Axel Gasquet

El presente ensayo se propone estudiar la obra de divulgación oriental desarrollada en la Argentina por el diplomático e inmigrante turco Emir Emin Arslán. De origen druso-libanés, este aristócrata cosmopolita llegó a tener una notable gravitación en  el medio cultural argentino entre 1910 y 1940. Sus vastos escritos, dispersos en cuantiosos artículos para periódicos y semanarios, amén de sus libros, constituye un corpus hasta ahora poco explorado del orientalismo vernacular. Arslán dirigió un importante semanario cultural, La Nota, entre 1915 y 1920, y fundó el periódico árabe-castellano Al-Istiklal–La Independencia en 1925.



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jueves, 2 de octubre de 2014

ÁRABES EN TUCUMÁN: RELATOS DE ABUELAS. Olga Liliana Asfoura

Nuestro estudio se localiza en la primera etapa de manifestación de la inmigración de sirios y libaneses comprendida entre los Censos de 1895 y 1914, es decir en los pioneros, portadores de una particular identidad que se ajusta al contexto histórico- político de dominación otomana, dentro del cual se explican los móviles de expulsión a través de “las historias vividas” en relación con el “desarraigo” y el “arraigo”.

2El exilio, la partida, corta el entramado social en el cual el individuo ha definido el sentido de la vida. Un entramado que quizás no aparece en el discurso de la vida cotidiana, pero sí en las costumbres, la música, los gestos, la mirada y, sobre todo los testimonios y relatos de vida. A ellos, buscando desentrañar la memoria y restituir parte del pasado, nos recurriremos en este breve trabajo.

3Se trata de testimonios de las mujeres-matriarcas. Sus relatos nos hacen penetrar en escenarios de la vida cotidiana, en prácticas domésticas, en hábitos particulares y colectivos de la comunidad sirio libanesa de Tucumán.

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http://alhim.revues.org/395

jueves, 25 de septiembre de 2014

POSIBILIDADES DE CRECIMIENTO DEL ISLAM EN AMÉRICA LATINA: OPORTUNIDADES Y DIFICULTADES . Gabriel Ernesto Andrade

Este trabajo elabora un diagnóstico de las posibilidades de crecimiento del Islam en América Latina, considerando las oportunidades y dificultades para su expansión y crecimiento. En este sentido, se analiza como oportunidades de crecimiento la búsqueda de nuevas identidades, las difíciles condiciones sociales latinoamericanas, el paralelismo entre el Islam y elmarxismo y el apoyo financiero proveniente de naciones islámicas. Como dificultades se analiza la rigidez cultural del Islam, la secularización de la sociedad latinoamericana y la proximidad de América Latina con EE.UU. y Occidente. Finalmente, se muestra las estadísticas de la situación actual del Islam en América Latina, y se concluye que el Islam crece en la región, pero de manera lenta y progresiva.

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 http://150.185.136.100/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1012-15872001000200006&lng=en&nrm=iso&tlng=es.

jueves, 18 de septiembre de 2014

TURKS, MOORS, & MORISCOS IN EARLY AMERICA: SIR FRANCIS DRAKE’S LIBERATED GALLEY SLAVES & THE LOST COLONY OF ROANOKE

This paper is the first installment of a new Nawawi Foundation series titled “Roots of Islam in America,” bringing to light the largely unwritten but surprisingly rich history of Muslims in the Americas over the centuries. Turks, Moors, and Moriscos in Early America focuses on the first British colony in the New World, the so-called “lost colony” of Roanoke (1585-1590). Roanoke was established for the primary purpose of attacking Spanish ships bearing large amounts of gold and silver from Spain’s American colonies to imperial Spain, which, at the time, constituted England’s primary military, political, and religious rival. On his way to Roanoke in 1586, Sir Francis Drake led a large fleet of British privateers against the Spanish in the Atlantic and Caribbean and freed hundreds of Muslim galley slaves, who had been forced to serve in the Spanish navy. Historical sources identify these galley slaves as “Turks” and “Moors.” But the galley slaves probably included Moriscos as well. The Moriscos were former Spanish and Portuguese Muslims (Moors) who had been forcefully converted to Christianity after the fall of Muslim Spain and often ran afoul of the Spanish Inquisition and were condemned to the galleys. As the article shows, Drake definitely had this large contingent of newly liberated Muslims with him when his ships came to the Roanoke colony in 1586. We know that many of the “Turks” were repatriated to the Ottoman Empire, which had friendly diplomatic relations with England at the time. What became of the hundreds of other former Muslim galley slaves remains an intriguing mystery. It is possible that some of them stayed or were left behind and became the ancestors of the Melungeons, Lumbees, and other enigmatic indigenous American populations who trace their origins to the Roanoke colony and have long claimed to have “Portuguese” and “Moorish” roots.



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http://www.nawawi.org/wp-content/uploads/2013/01/roots_of_islam_p1.pdf

MIGRACIÓN LIBANESA A LA CIUDAD DE TOLUCA, MÉXICO, ENTRE 1900 Y 1930. Laura Alvarado

Durante el último tercio del siglo diecinueve se generó una migración masiva de libaneses, muchos de los cuales se establecieron en América y algunos de ellos lo hicieron en México. Se ha estudiado a este grupo en las ciudades que recibieron el mayor número de migrantes, pero no existía ningún estudio acerca de su presencia en la ciudad de Toluca. Por medio de entrevistas con los hijos de los migrantes y a través de investigación documental en archivos se obtuvo el perfil de esta comunidad. El patrón de asentamiento e integración que siguieron es el mismo que en el resto de la República Mexicana, aunque una característica que ayudó a su inserción en la ciudad fue que nunca crearon instituciones exclusivas para el grupo y para la tercera generación los encontramos totalmente asimilados.




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miércoles, 27 de agosto de 2014

LAS MUJERES CONVERSAS DEL CENTRO EDUCATIVO DE LA COMUNIDAD MUSULMANA EN LA CIUDAD DE MÉXICO. CONSTRUCCIÓN DE UNA IDENTIDAD RELIGIOSA. RUTH JATZIRI GARCÍA


¿Por qué algunas mujeres mexicanas pasan de una creencia religiosa a otra? ¿Qué las lleva a cambiar de religión? ¿Cuáles son los elementos que permiten a las mujeres mexicanas afianzar el sentido de pertenencia al Islam? ¿De qué forma su vida cotidiana se ve trastocada a raíz de las normas religiosas que guardan? ¿Cómo es el proceso de socialización que se genera al interior de la comunidad para forjar una identidad religiosa? ¿Cuáles son los factores transnacionales que se adoptan al abrazar el Islam? ¿De qué manera son usados los elementos transnacionales en la conformación de su identidad?

Todas estas interrogantes las plantea e intenta responder Ruth Jatzir García en su Tesis de maestría que generosamente nos comparte.

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viernes, 1 de agosto de 2014

DE LA ESPAÑA AFRICANA A LA AMÉRICA TEOCRÁTICA: NOTAS SOBRE EL IDEARIO DE SIMÓN BOLÍVAR. HERNÁN G.H. TABOADA

Las ideas de Simón Bolívar sobre América y sobre Europa han recibido alguna atención de los investigadores. Mucho menos las que expresó sobre Asia y África. Aunque fueron marginales a su pensamiento, la reunión de sus alusiones al respecto permite arrojar alguna luz sobre la reflexión de la Independencia y sobre los cambios que el Libertador experimentó en su percepción del naciente mundo que aparecía ante sus ojos. Partiendo de una actitud orientalista y despectiva inicial, con el tiempo llegó a pensar que el Oriente no podía descartarse como influencia en las instituciones americanas.


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http://www.scielo.org.ar/scielo.php?pid=S1853-31752011000100002&script=sci_arttext

viernes, 18 de julio de 2014

El islam en la sociedad canadiense y venezolana. Gabriel Andrade

El objetivo de este artículo es emprender un ejercicio sociológico comparativo entre el Islam en Canadá y el Islam en Venezuela. Se inicia con una reseña de la manera en que el Islam ha crecido en el Canadá y en Venezuela, Los musulmanes canadienses son descendientes de inmigrantes de varias regiones del mundo, y han conformado una identidad islámica canadiense propia. Por su parte, la mayoría de los musulmanes venezolanos son árabes, y por ende no se han preocupado en forjar una identidad islámica venezolana aparte, dificultando la separación entre identidad étnica y religiosa. El artículo también considera las posibilidades de desarrollo que la violencia religiosa tiene en los musulmanes canadienses y venezolanos. Los musulmanes canadienses guardan lealtad a su país, pero el nihilismo de las sociedades industrializadas podría traducirse en violencia religiosa. Los musulmanes venezolanos están bien integrados al resto de la sociedad, y rechazan el uso de la violencia.
https://drive.google.com/file/d/0B6zJaFX6wWtqWG4zNWtnbUY0bUE/edit?usp=sharing

jueves, 17 de julio de 2014

PARA“REORIENTAR” LA HISTORIA DE AMÉRICA: EN BUSCA DE SUS RELACIONES CON LA ECUMENE EUROAFROASIÁTICA. Hernán G.H. Taboada

Se adapta al título del libro de Andre Gunder Frank para proponer un esquema de conjunto de la historia americana desde una visión no eurocéntrica y desde la historia mundial. El acento no se coloca en la relación del continente con la Europa mediterránea o atlántica, ni en procesos endógenos, sino en los contactos que mantuvo con las otras civilizaciones del Viejo Mundo: África, la Europa oriental, Rusia, el Medio Oriente, India, China y el Pacífico. Se argumenta que antes de la llegada europea hubo una etapa fuertemente influida por las relaciones con Asia. Éstas continuaron aún en época colonial, en términos comerciales, demográficos y artísticos, junto a una fuerte inmigración e influencia cultural africana. Si bien la independencia supuso una serie de ilusiones sobre el fomento de las relaciones con Asia, el siglo xix fue de creciente influencia europea (demográfica, militar, política, económica, cultural). El esquema propuesto puede servir para entender mejor los procesos por los cuales en nuestros días América, como el resto del mundo, está entrando nuevamente en la órbita asiática.

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çhttps://drive.google.com/file/d/0B6zJaFX6wWtqVXA1RkZqdGI2ODA/edit?usp=sharing

martes, 15 de julio de 2014

La crítica al eurocentrismo desde México y el siglo XXI. Carlos Tur Donatti

En América Latina con respecto a la lectura del pasado somos más papistas que el Papa, o, dicho más específicamente, más eurocéntricos que los propios europeos que en estas décadas están abandonando ese viejo discurso ideológico.
Ya en 1976 el historiador francés Jean Chesneaux afirmaba provocativamente que el eurocentrismo “es cada vez más irrisorio”; a su vez, un prestigioso intelectual latinoamericano, Sergio Bagú, escribía en 1970, refiriéndose a las “Ciencias Sociales de Occidente”, que “son a pesar de su aspiración expresa, mucho menos universales de lo que habitualmente se supone”.
Sin tener en cuenta estas expresiones precursoras y el formidable avance del conocimiento de las civilizaciones extra europeas en las últimas décadas, la concepción eurocéntrica sigue predominando en los diversos niveles de enseñanza, en el mejor de los casos con algunos parches menores.
Los prejuicios eurocéntricos más comunes o de plano la falta de conocimientos actualizados se pueden rastrear, para poner un ejemplo mexicano, en el texto de quinto grado de educación primaria editado por la Secretaría de Educación Pública o en el libro de Juan Brom Esbozo de historia universal, utilizado profusamente en los niveles secundarios y preparatorianos.
Si estamos viviendo en pleno siglo xxi, aceptando la idea del siglo corto anterior (1914-1991), que propone Eric Hobsbawm en su Historia del siglo xx, es pertinente preguntarse ¿podemos seguir interpretando el pasado como lo hicieron los intelectuales oligárquicos en 1900 o los intelectuales desarrollistas en 1960?, y una interrogación más ¿no ha llegado el momento de lanzar una crítica radical y proponer desde América Latina una inédita mirada al pasado?

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https://drive.google.com/file/d/0B6zJaFX6wWtqSk90SDcwUEJVMkE/edit?usp=sharing

Moriscos y moriscas en los inicios de la Colonia

Moriscos y moriscas (1) en los inicios de la Colonia
Por Leyla Bartet (i)
Periodista y socióloga 
París, Francia


En relación a la presencia morisca en América es interesante destacar la posición del historiador peruano Nelson Manrique al respecto (2). Manrique se plantea la pregunta de si ser árabe es un dato biológico o un dato cultural. En el primer caso, la presencia árabe -no ya en el virreinato peruano sino en la propia península ibérica- es relativamente reducida. Los pueblos que conquistan España estaban formados, en efecto, por gente que venía de la península arábiga, pero que traía una serie de grupos étnicos que se fueron adjuntando a los ejércitos musulmanes a medida que el Islam conquistaba todo el norte de Africa. Es un "Melting pot" racial y cultural el que entra a España en el siglo IX: hay árabes de la península arábiga, pero también hay persas, levantinos, bérberos, habitantes del actual Egipto, etc.
Pero si se toma en cuenta el aspecto cultural, el impacto cultural de lo árabe, habría que empezar por tomar en cuenta los más de cuatro mil vocablos de origen árabe que existen en el castellano moderno. Inclusive, en términos religiosos, las investigaciones actuales demuestran que, si se toma en cuenta la población que existe en el siglo XIII en España , las cuatro quintas partes eran ex cristianos, o descendientes de estos ex cristianos convertidos al Islam. En efecto, una notable cantidad de habitantes de las tribus peninsulares adopta la religión mahometana poco después de la fundación de Granada por Abderramán I . Esto se explica por dos razones: por la división interna del cristianismo, minado entonces por corrientes disidentes y por otra parte por el enorme impacto de la expansión musulmana. Aquel del Islam era un régimen muy tolerante con los pueblos conquistados. Así, los ejércitos musulmanes no ponían más impuestos a los habitantes que los que pagaban a los reinos ibéricos de los cuales dependían en el momento de su conquista. Se les permitía además preservar sus leyes, su lengua, su cultura, sus autoridades. Las únicas condiciones exigidas al sojuzgado era reconocer la superioridad del Islam (no se imponía conversión alguna) y pagar el tributo que financiaba el sostén y el desarrollo del islamismo. Por otro lado, el esplendor de la cultura árabe frente a la decadencia de Europa jugó un papel determinante en la conversión masiva de cristianos.
Según Manrique, los moriscos que llegan a América, salvo algunas excepciones, pertenecen a un status modesto. Entre los conquistadores que llegan a Cajamarca sólo uno, Cristóbal de Burgos, habría sido de origen moro. No existe confirmación de nada más. Pero, como lo indica el historiador Guillermo Lohman (3) , detectar con certeza la presencia de moriscos en el virreinato resulta casi imposible porque la mayor parte de ellos tenían nombres españoles. Los que llegaron, pues a lo largo del siglo XVI lo habrían hecho como esclavos, entre los cuales una mayoría eran mujeres. ¿Por qué, a diferencia de lo que ocurrió con los esclavos negros entre los cuales había una proporción de tres hombres por cada mujer, con los moriscos ocurrió lo contrario? Los historiadores coinciden en su respuesta.
En su ya clásico El Mundo Hispanoperuano 1532-1560, James Lockhart recuerda que las mujeres españolas constituían una minoría entre los colonizadores de la primera etapa en el Perú: los especialistas señalan una proporción de diez a uno. Pero, a diferencia de lo que ocurrió en Brasil, al menos según el análisis realizado por Gilberto Freyre de la sociedad brasileña, la ausencia de portuguesas no fue cubierta masivamente por las mujeres indígenas. En el país vecino el proceso de mestizaje se da desde un inicio creando así las condiciones para el melting pot cultural del que el Brasil contemporáneo es heredero.
En el caso peruano las mujeres españolas eran demasiado pocas para darle a cada español una esposa, pero suficientes para evitar que el Perú prehispánico fuera una sociedad sin mujeres. Dice Lockhart: Si bien la influencia indígena fue importante, tanto inmediatamente como a lo largo del tiempo, el Perú, incluso en la primera generación, tenía suficientes españolas para imposibilitar la pérdida de cualquier elemento cultural importante.
Pero la valoración y el análisis del papel de las españolas en la conquista es una tarea delicada. Y lo es no sólo porque el tema ha sido ignorado por la gran mayoría de historiadores que han estudiado esta etapa, sino porque la definición misma de "española" es ambigua. En los registros legales, las mujeres eran identificadas sólo por su estado marital, pero a las españolas se les reconocía al no ser llamadas negras, indígenas o mestizas. Sin embargo, hay duda e inconsistencia, tanto en los hechos como en materia de su identificación explicita en los documentos de época, cuando se trataba de dos grupos que estaban en proceso de ser absorbidos por las castellanas comunes y corrientes: las moriscas y ciertas mulatas de piel clara que hablaban español.
Las moriscas, esclavas de ascendencia musulmana, eran en su mayor parte caucásicas, españolas de nacimiento y conversas al cristianismo. Tenían el español como lengua materna. Las mulatas -aculturadas ya- habían nacido por lo general en España o en una colonia antigua. Las esclavas de ambos tipos que se convertían en amantes de los españoles solían obtener su libertad al poco tiempo y tomaban su lugar entre las españolas, lo que resultaba relativamente fácil habida cuenta su lugar de nacimiento.
En todo caso, es preciso aceptar que entre las españolas de la América hispana hay una minoría de moriscas y mulatas que, a partir de 1555, incluiría a algunas mestizas. Definir estadísticamente el tamaño de esta minoría es imposible, pero debe haber sido la décima parte de todas las ostensiblemente españolas. Su importancia, en el momento de la Conquista, radica en que muy pocas españolas, salvo las moriscas, participaron en el proceso inicial, entre 1532 y 1535.
Según Nelson Manrique, los moriscos de América no suscitaron el profundo rechazo que provocaron los judíos conversos o "marranos" debido a que se trataba de personas de poca fortuna cuyas actividades no ocasionaban enemistades particulares, como sí ocurrió con los judíos conversos. Por el contrario, los moriscos eran artesanos especializados cuyo aporte productivo era altamente valorado en una sociedad que trataba de reproducir la vida española en las Indias. El único caso de verdadera fortuna es citado por Alberto Flores Galindo (4) , se trata de Emir Cigala "quien vivió en el virreinato bajo la falsa identidad de Gregorio Zapata, llegó a ser capitán, hizo fortuna en Potosí y sólo reveló su origen cuando estaba ya de retorno en su país".
Sin embargo, Zapata está lejos de ser el único que encontró buena acogida en el Virreinato de Lima. Juan José Vega (5) menciona a Cristóbal de Burgos, "conquistador iletrado de anillo en la oreja" quien a pesar de su origen llega a ser Regidor de Lima y rico encomendero en Cotabamba, gracias a su desempeño en las guerras contra los incas. El historiador cita también a otro guerrero de origen moro (morisco), llamado Francisco de Talavera, igualmente concejal limeño amigo del propio Pizarro. Y a Lorenzo Farfán de los Godos, primer Alcalde de San Miguel de Piura y al primer Alcalde de Lima, en 1535, Don Nicolás de Ribera, el Viejo, de origen berebere aunque lo negara. Resulta explicable quienes tuvieran sangre mora lo escondieran. De hecho, si presencia árabe hubo durante los primeros años de la colonia, ésta no tuvo un carácter legal. Por definición un árabe no tenía cabida en el virreinato pues España entonces buscaba una homogenización en torno al cristianismo y la Santa Inquisición tenía como función esencial perseguir la apostasía, fuera esta judía o musulmana. Para su ventaja, los moriscos pasaban fácilmente por españoles del sur. Más aún si se considera que cambiaban su apellido antes de embarcarse en Sevilla rumbo a las Indias.
Hubo algunos casos destacados. Siempre según Vega, el propio Diego de Almagro, Gobernador, Adelantado y Mariscal, habría sido acusado de moro en más de una ocasión. Tanto así que cuando Hernando Pizarro lo hizo estrangular, ordenó que se desnudara su cadáver para comprobar si había sido circuncidado. Y no lo había sido simplemente porque nació cristiano, aunque persistieron los rumores de haber sido hijo de madre morisca.
Una razón que explica la buena integración de los pocos moriscos que llegaron al Perú es el hecho que aquí no eran percibidos como una amenaza, como sí lo eran en España. La presencia del llamado "turco" era muy lejana y no existía la sensación de peligro que suponía su proximidad a las fronteras europeas. En el Viejo Continente el recuerdo de los turcos otomanos amenazando Viena por la misma época en que Pizarro conquistaba el Cuzco, así como el gran levantamiento morisco de las Alpujarras (1570), alimentaban el miedo al Islam. Por el contrario, América era percibida como un refugio frente al Islam triunfante.
La forma más extendida en que los moriscos entraron a las Indias fue en condición de esclavos, pero algo los diferenciaba de manera sustancial de los esclavos africanos negros: mientras entre estos últimos la proporción era de tres hombres por cada mujer, entre los moriscos era de cuatro o cinco mujeres por cada hombre. Algunos habrían sido propiamente moriscos de territorio español y otros, berberescos (bérberos) de las morerías norafricanas. Es probable que algunos de estos "esclavos blancos" de sangre mora provinieran de los grupos que se esclavizó por derecho de guerra tras el levantamiento de las morerías de Granada, a inicios del siglo XVI. Sin embargo, los moriscos esclavos fueron siempre una minoría y se juntaron en el Perú con negras e indias. En cambio las esclavas de origen árabe, mucho más numerosas, se convertían en compañeras de los españoles. Manrique (op.cit) explica esta curiosa situación por lo siguiente: como en los primeros tiempos de la conquista las mujeres españolas libres eran escasas. "Las moriscas servían para satisfacer la necesidad de mujeres de los conquistadores (...) Comprar una morisca significaba adquirir un ama de llaves y una concubina." Conforme el número de mujeres españolas aumentó, se produjo la declinación de las moriscas que se fusionaron con la población femenina española y adquirían su libertad, hasta desaparecer a mediados del s. XVI como categoría.

Pero "Las moriscas libres tenían una situación muy ambigua, pues si su origen las ponía en situación de desventaja socialmente hablando, su antigüedad -un valor ampliamente apreciado en la sociedad colonial-las elevaba. Algunas permanecieron en posiciones marginales, como criadas, otras asumieron el papel de españolas y hubo algunas que alcanzaron una elevada condición social." Un buen ejemplo de esto último es el caso citado por el historiador José Antonio del Busto (6) . Se trata de Doña Beatriz de Salcedo quien, a pesar de su apellido, era morisca. Lockhart, que también cita el caso, afirma que llegó al Perú en 1532 como esclava bajo el simple nombre de Beatriz. Concubina del veedor de Pizarro, García de Salcedo, este terminó por casarse con ella, legalizando su estado. Beatriz de Salcedo llegó a ser la primera española oidora de la cordillera andina. Acompañó a su concubino a Cajamarca cuando aún estaba preso el inca Atahualpa y logró entablar cierta amistad con las hermanas y mujeres del depuesto inca. Ella misma narra su encuentro:
Porque como fui la primera mujer que entró en este reino, en Casamalca, estaba yo con ellas y las trataba y conversaba. Que esta testigo lo sabe bien porque estaba y residía muchas veces con ellas. Vivía con ellas porque la cuidaban de que no viviera con los hombres de la hueste.
Tras una estancia en Cajamarca y otra en Jauja, se instala en Lima con su marido en una casa situada frente a aquella del gobernador, cerca del río Rimac. Como se suponía que los funcionarios reales no debían ser mercaderes, se hizo cargo, en gran parte, de los asuntos comerciales del veedor. Allí vivió la esclava las agonías de su amo que, in articulo mortis, decide casarse con ella para hacerla heredera de su encomienda de indios. Beatriz de Salcedo - que ostentaba el vocativo de Doña- se convierte así en una excepción en la Indias Occidentales: la única mujer encomendera y morisca de la historia de América. Pero Del Busto le atribuye otro mérito: el de haber sido quien sembró por primera vez el trigo en el Perú, tras recuperar algunos granos mal molidos de cierta harina que llegó de España. De hecho, un escrito oficial firmado por el virrey Conde de Nieva reconoce que no fueron las hidalgas castellanas quienes introdujeron el cultivo del trigo en el país, sino las esclavas moriscas. Pero el asunto es delicado puesto que casi todas las españolas que llegaron al Perú antes de 1537 -fueran moriscas o no- pretendieron el mismo honor. (7)
Otro caso, citado por Lockhart es aquel de las mujeres que trabajaban (generalmente comadronas, panaderas o posaderas). Entre estas destaca el caso de Francisca Suárez, conocida como "La Valenciana" quien fue una de las mujeres más conocidas de Lima durante dos décadas, de 1530 a 1550. A juzgar por sus afirmaciones sobre sí misma, todo parece indicar que fue morisca y se le conocieron diferentes nombres y lugares de nacimiento (el reino de Granada, Valencia). Muy pronto se le conoció como"La Valenciana" y llegó a operar una pensión atendida por varios esclavos y bien equipada con víveres, platería y tapices de Damasco. A este negoció agregó una panadería y se hizo dueña de cuatro o cinco casas, además de la suya. Como no era bien visto que una mujer viviera sola. Se casó cuatro veces. Una de ellas con Antonio de Toledo quien le ayudo a sacar adelante el negocio de la pensión. Pero el matrimonio fue anulado pues ocurrió una situación frecuente entre los matrimonios de Indias: Toledo era bígamo. En efecto, con frecuencia los que llegaban al Perú sucumbían a la tentación de olvidar a una esposa pobre y lejana por una nueva rica y presente. Toledo había estado casado en España y su esposa legal abrió juicio. Los tribunales eclesiásticos reconocieron finalmente este primer matrimonio en 1554 y se le desterró, invalidando su casamiento con "La Valenciana".
Siempre dentro del tema de las "esclavas blancas" como se llamaba a las moras esclavizadas tras la reconquista, Lohman (op.cit. ) señala que la más antigua presencia detectada se remonta a 1534. Entonces Hernando Pizarro es autorizado a traer para el servicio de su hermano Francisco "hasta cuatro esclavas blancas con la condición de que fueses nacidas en la península y hubiesen ingresado a la grey católica por lo menos diez años antes de pasar". Luego los contratos conservados en los escritos ante los notarios limeños permiten entrever la presencia de esclavos blancos y Lohman cita varios de estos casos:
En 1536 el conquistador Melchor Palomino le compra a un colega, Crisóstomo de Ontiveros, otro personaje importante, una esclava morisca llamada Mencía y en 1537 el sastre Pedro Gutiérrez adquiere por 280 pesos una esclava morisca, Lazaria. Ese mismo año, Francisco Pacheco traspasa otro esclavo morisco, Luzmilo.
Los precios oscilaban entre los 280 y los 600. En 1538 Juan de Ruanza adquiere por 600 pesos un esclavo morisco herrado en la cara que se llama Jorge. Y Juan León traspasa una esclava blanca acarimbada (con una marca en la mejilla llamada carimba) por la misma cantidad.
Según Lohman vale la pena destacar que, lejos de aplicar a estos esclavos un trato brutal, no eran raros los casos que revelan sensibilidad hacia ellos. Así, en 1538 Juan de Panes concede la libertad a su esclava blanca María. Al año siguiente, el notario Pedro de Castañeda hace lo mismo con su esclava blanca Isabel, con la que además había tenido una hija.
Con el paso de los años la presencia de los moriscos se fue diluyendo. Pero aún se encuentran sus huellas en 1554, cuando la morisca Lucía de Herrera oficiaba de adelantada del caudillo Francisco Hernández Girón, líder de la revolución de 1554. Y en 1560 la inquisición entregó a la justicia ordinaria a varios moriscos.
Los moriscos varones no tuvieron mayores problemas para asimilarse. Eran finos artesanos, racialmente no se distinguían de los españoles, hablaban perfectamente el castellano, tenían apellidos españoles y les era muy fácil mimetizarse en las vastas extensiones de los imperios hispanos de ultramar. Ya fuera a través de la liberación o de la fuga hicieron fácil carrera como artesanos libres, habiendo fecundado con su genio creador la arquitectura y el arte de todo el virreinato" (8) . Hasta 1595, el arte mudéjar americano se encuentra presente en casi todas las iglesias. En el Cuzco, esta forma de arte que tanto le debe a los alarifes y albañiles moriscos, perduró hasta 1650. El terremoto del 31 de marzo de aquel año acabó prácticamente con todas la obras de ese estilo a punto de no dejar más que lo poco que ahora se ve (i.e. la hermosa iglesia de Andahuaylillas).


(1) Se llamaba "morisco" al moro o árabe que permaneció en España después de la Reconquista, convirtiéndose al cristianismo. Se llamaba "mudéjares" a los árabes que continuaron practicando el Islam aún viviendo en territorio cristiano. Fueron definitivamente expulsados en 1609, por Felipe II. 

(2) Manrique, Nelson. Ponencia en el evento La Presencia Árabe en el Perú. Congreso de la república. Julio 2003. 

(3) Lohman Villena, Guillermo. Ponencia sobre La huella árabe en la cultura virreinal. En el evento "La presencia árabe en el Perú" organizado por el Congreso de la República en julio del 2003 

(4) Flores Galindo, A. Buscando un inca: identidad y utopía en los Andes Ed. IAA, Lima 1987 

(5) Vega, Juan José. Los españoles y los demás conquistadores del imperio incaíco. Univ. La Cantuta. Comisión Institucional del V Centenario. Lima 1991 

(1) Del Busto, José Antonio. Ponencia en el evento La presencia árabe en el Perú organizado por el Congreso de la República entre el 14 y el 18 de julio de 2003. 

(1) Cf. Lockhart, James. El mundo Hsipanoperuano. 1532-1560


(8) Manrique. Vinieron los sarracenos. El universo mental de la Conquista. Lima, Desco 1993.


lunes, 14 de julio de 2014



Segunda convocatoria

La Asociación Latinoamericana de Estudios de Asia y África (aladaa)-México
y la Universidad de Colima
c o n v o c a n
al XIII Congreso Nacional de aladaa
que tendrá lugar en la Universidad de Colima
del 29 al 31 de octubre de 2014

Tema central
Asia y África: incertidumbre, retos y grandes esperanzas en el siglo xxi

Sede
Facultad de Economía
Universidad de Colima, Campus Villa de Álvarez
Av. Josefa Ortiz de Domínguez 64, Villa de Álvarez, Colima Col., C.P. 28970
Teléfonos (312) 3161185 y (312) 3161000, ext.50351, ext/fax 50352

El Congreso funcionará con conferencias magistrales y mesas redondas. Las propuestas de ponencia individual deberán indicar título y resumen de la misma, el nombre del ponente con un breve currículum y la institución de pertenencia. En el caso de la inscripción de mesas, deberá indicarse si es abierta o cerrada, el nombre de la misma, el de sus coordinadores, el de los ponentes que la integran, así como los títulos y resúmenes de las ponencias que se presentarán. Quienes deseen presentar publicaciones, exponer imágenes o bien proyectar videos de obras fílmicas deberán solicitarlo por escrito para gestionar el espacio idóneo.

El plazo para el envío de propuestas de mesas es el 31 de julio.
Para ponencias individuales, así como pedidos de espacio destinado a la presentación de publicaciones, proyecciones o exposiciones, el plazo es hasta el 31 de julio.
Para que el trabajo aparezca en la memoria electrónica del evento la ponencia deberá ser enviada antes del 20 de agosto de 2014.

Cuotas
Participantes 500 pesos
Estudiantes ponentes 100 pesos
Asistentes que soliciten constancia de asistencia 200 pesos.

La entrada a las sesiones es libre para todo público.

Informes e inscripciones

Mtra. Martha Loaiza Becerra
Facultad de Economía
Universidad de Colima
+ 52 (312) 316 1000 ext. 47805

Dr. Hernán G. H. Taboada
Coordinación nacional de ALADAA,
CIALC, Universidad Nacional Autónoma de México
Torre 2 de Humanidades, 3er piso
Ciudad Universitaria 04510 Ciudad Universitaria 04510, México DF
Tel. + (525) 56-23-02-11/3
haroldo@unam.mx

CIALC, Torre II de Humanidades, 8º piso, Ciudad Universitaria, 04510, Coyoacán, México. D.F. Tel. (5255)5623 0211/12/13. Fax (5255)5623 0219


domingo, 11 de mayo de 2014

PRIMERA CONVOCATORIA AL XIII CONGRESO NACIONAL DE ALADAA-México

Asociación Latinoamericana
de Estudios de Asia y África-
México
Latin American Association
of Asian and African Studies-
Mexico


Primera convocatoria

La Asociación Latinoamericana de Estudios de Asia y África (ALADAA)-México
y la Universidad de Colima
C O N V O C A N
al XIII Congreso Nacional de ALADAA
que tendrá lugar en la Universidad de Colima
del 29 al 31 de octubre de 2014

Tema central
Asia y África: incertidumbre, retos y grandes esperanzas en el siglo XXI

Sede
Facultad de Economía
Universidad de Colima, Campus Villa de Álvarez
Av. Josefa Ortiz de Domínguez 64, Villa de Álvarez, Colima Col., C.P. 28970
Teléfonos (312) 3161185 y (312) 3161000, ext.50351, ext/fax 50352

El Congreso funcionará con conferencias magistrales y mesas redondas. Las propuestas de ponencia individual deberán indicar título y resumen de la misma, el nombre del ponente con un breve currículum y la institución de pertenencia. En el caso de la inscripción de mesas, deberá indicarse si es abierta o cerrada, el nombre de la misma, el de sus coordinadores, el de los ponentes que la integran, así como los títulos y resúmenes de las ponencias que se presentarán. Quienes deseen presentar publicaciones, exponer imágenes o bien proyectar videos de obras fílmicas deberán solicitarlo por escrito para gestionar el espacio idóneo.

El plazo para el envío de propuestas de mesas es el 15 de julio.
Para ponencias individuales, así como pedidos de espacio destinado a la presentación de publicaciones, proyecciones o exposiciones, el plazo es hasta el 20 de julio.
Para que el trabajo aparezca en la memoria electrónica del evento la ponencia deberá ser enviada antes del 20 de agosto de 2014.

Cuotas de recuperación
Ponentes 500 pesos
Estudiantes ponentes 100 pesos
Asistentes que soliciten constancia de asistencia 200 pesos.

La entrada a las sesiones es libre para todo público.


Informes e inscripciones

Mtra. Martha Loaiza Becerra
Facultad de Economía
Universidad de Colima
+ 52 (312) 316 1000 ext. 47805

Dr. Hernán G. H. Taboada
Coordinación nacional de ALADAA,
cialc, Universidad Nacional Autónoma de México
Torre 2 de Humanidades, 3er piso
Ciudad Universitaria 04510 Ciudad Universitaria 04510, México DF
Tel. + (525) 56-23-02-11/3



miércoles, 30 de abril de 2014

Porfirio Díaz y Abdul Hamid II en una imagen de Marius de Zayas

El gobierno prolongado y la figura desgasta del general Porfirio Díaz dominaron la escena política y periodística del periodo 1904-1910. Tal era la impopularidad que había logrado granjearse para esos años que algunos periodistas no dudaron en comparar su persona y su manera de proceder con los gobiernos despóticos de aquel entonces.
En 1909, Marius de Zayas (1890-1961), ilustrador, periodista, crítico y promotor de arte mexicano, quien había optado por marcharse a New York en 1907 por motivos políticos, fue invitado a presentar sus caricaturas en la vanguardista The Little Galleries of Photo-Seccesion (Gallery 291) que dirigía su amigo Alfred Stieglitz.
Ahí mostró esta imagen, posiblemente publicada en 1907 en el diario La Follia di New York bajo el título "Díaz as the Radicals See Him", donde se parangonaba a Díaz con el sultán otomano



Abdul Hamid II. Los parecidos eran ciertamente interesantes, como lo haría notar su buen amigo Carlo de Fornaro en su libro "Díaz, Czar of Mexico" publicado en febrero de 1908. No sólo ambos habían conseguido llegar al poder en 1876 sino también (mutatis mutandis) sus gobiernos habían ejercido un rígido control sobre la prensa, empleado marcados métodos de control social y gobernado por sobre los estatutos constitucionales.
El sentido de la imagen era obvio: el reflejo. Ambos habían hecho todo lo posible para perpetuar su estancia en el poder y ambos habían tenido episodios sanguinarios y de crueldad con sus poblaciones. Cada uno era, pues, un dictador dentro de su mundo, a su manera y para sus opositores. Pero también, como demuestra la imagen, ambos habían envejecido en salud, vigor, efectividad y popularidad, y las muestras de descontento acrecentadas en México y en el Imperio Otomano a partir de la segunda mitad de la primera década del siglo XX anunciaban ya un cambio próximo.
La coincidencia quiso que ambos tomaran las riendas el mismo año, y la misma actuó casi de igual forma al final. En marzo de 1908 la famosa entrevista Díaz-Creelman desató la oposición que llevaría a Madero a encabezar la primera parte del movimiento revolucionario que obligaría a Díaz a renunciar en mayo de 1911. Aquel mismo año de 1908, pero en el mes de julio y del otro lado del Atlántico, el levantamiento del Comité de Unión y Progreso, mejor conocido como la Revolución de los Jóvenes Turcos, consiguió restaurar la constitución otomana y depuso al sultán en abril del año siguiente.

Literatura del Mahyar

Uno de los episodios más interesantes de la literatura árabe moderna es la llamada Literatura del Mahyar (literatura de la migración) que, nacida en América, revolucionará las letras árabes en Medio Oriente. Sus tendencias innovadoras encontrarán primero un ambiente escéptico al nuevo movimiento que se irán granjeando rápidamente fervientes defensores. Entre los escritores más conocidos de este movimiento podemos encontrar a Gibran Jalil Gibran (جبران خليل جبران) y a Elia Abu Madi (إيليا أبو ماضي), entre otros.

En este momento me elevo, y me libero
De las fronteras del tiempo y el espacio.
Danzaré en aquella huerta que no ha sido hollada
Por pie de hombre alguno.

Con los míos, se moverán los pies de la danzarina.
Haré música en el centro de ese elevado mundo.
Quizá alguna humana voz se acoplará a mi voz.
Rebasaremos al horizonte distante,
Quizá nos despertaríamos en la aurora
De un mundo lejano.

Mas el Amor perdura, y nunca se olvidarán
Las marcas de sus dedos.
El santo fuego arde,
Y cada chispa que vuela
Es un sol apagado.

Más nos conviniera,
Más aconsejable sería
Para nuestro gobierno
Encontrar un minúsculo escondrijo
En donde poder dormir nuestra
Terráquea divinidad,
Postergando los inconvenientes
del Reinado nuestro
Para el día siguiente,

En aras de ese Amor
de la endeble humanidad.


http://codex.colmex.mx:8991/exlibris/aleph/a18_1/apache_media/96K13HMRBQ8M65MAL9LTMRAT9KKJA7.pdf