martes, 15 de julio de 2014

La crítica al eurocentrismo desde México y el siglo XXI. Carlos Tur Donatti

En América Latina con respecto a la lectura del pasado somos más papistas que el Papa, o, dicho más específicamente, más eurocéntricos que los propios europeos que en estas décadas están abandonando ese viejo discurso ideológico.
Ya en 1976 el historiador francés Jean Chesneaux afirmaba provocativamente que el eurocentrismo “es cada vez más irrisorio”; a su vez, un prestigioso intelectual latinoamericano, Sergio Bagú, escribía en 1970, refiriéndose a las “Ciencias Sociales de Occidente”, que “son a pesar de su aspiración expresa, mucho menos universales de lo que habitualmente se supone”.
Sin tener en cuenta estas expresiones precursoras y el formidable avance del conocimiento de las civilizaciones extra europeas en las últimas décadas, la concepción eurocéntrica sigue predominando en los diversos niveles de enseñanza, en el mejor de los casos con algunos parches menores.
Los prejuicios eurocéntricos más comunes o de plano la falta de conocimientos actualizados se pueden rastrear, para poner un ejemplo mexicano, en el texto de quinto grado de educación primaria editado por la Secretaría de Educación Pública o en el libro de Juan Brom Esbozo de historia universal, utilizado profusamente en los niveles secundarios y preparatorianos.
Si estamos viviendo en pleno siglo xxi, aceptando la idea del siglo corto anterior (1914-1991), que propone Eric Hobsbawm en su Historia del siglo xx, es pertinente preguntarse ¿podemos seguir interpretando el pasado como lo hicieron los intelectuales oligárquicos en 1900 o los intelectuales desarrollistas en 1960?, y una interrogación más ¿no ha llegado el momento de lanzar una crítica radical y proponer desde América Latina una inédita mirada al pasado?

Ver completo en:

https://drive.google.com/file/d/0B6zJaFX6wWtqSk90SDcwUEJVMkE/edit?usp=sharing

No hay comentarios:

Publicar un comentario