El extraordinario relato de viaje del reverendo “don Elías de Babilonia” a la América española a finales del siglo XVII nos ofrece una singular visión de las gentes que conoció. Su texto incluye repetidas menciones a las numerosas autoridades y personas de importancia que lo ayudaron y acogieron en sus diez años de viajes.
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El reverendo Ilyas ibn Hanna al-Mûsili (al-Mawsili, al-Mawsuli, o al-Mausuli), es decir “Elías, el hijo de Juan, de Mosul”, era un sacerdote árabe cristiano proveniente de Mesopotamia (las actuales repúblicas de Iraq y Siria), miembro de la llamada Iglesia Caldea de Babilonia. Su comunidad religiosa era en el siglo XVII una de las dos minorías cristianas que subsistían en el Medio Oriente bajo el dominio Turco Otomano (desde mediados del siglo XV), conviviendo con una mayoría musulmana (desde la expansión del Islam en el siglo VIII). Remanentes del cristianismo existente en esa región (establecido originalmente en el siglo II en época del Imperio Romano), desde mediados del siglo XVI los cristianos del “rito caldeo”, “monofisita” o “jacobita” habían reconocido la autoridad papal, aunque manteniendo sus ritos orientales (más cercanos a los de la Iglesia Ortodoxa Griega, separada de Roma desde el año 1054). La otra minoría cristiana, la llamada Iglesia Asiria o Nestoriana, mantiene su autonomía respecto del Vaticano hasta la actualidad. Ambas minorías cristianas subsisten hoy en día en varios países del Medio Oriente. El reverendo Elías al-Mûsili viajó en 1668 de Alepo (en Siria) a Roma, donde el Papa Clemente IX (reinó 1667-69) lo autorizó a peregrinar por Europa pidiendo limosnas para ayudar a la financiación de la Iglesia Caldea. Tras un lustro de infructuosos esfuerzos en Nápoles, Sicilia y Francia, al-Mûsili se dirigió a España, donde la reina doña Mariana de Autria (regente 1665-75), viuda de Felipe IV (reinó 1621-65), le otorgó en 1674 permiso para pasar a América.